7.26.2006
[ On how a Nerd Meeted a Sex Shop ]
Pues resulta que me agarre uno, tome el metro y me lanze a Meave, un lugar sobre el DF, donde se encuentra desde pirateria, productos robados hasta productos importados que no aparecen en las tiendas hasta 6 meses despues. Regados por los alrededores purulan Sex Shops. Y ahi vamos.
Eludo la primera que me encuentro: No veo la entrada.
Camino una cuadra mas, entre montonales de gente, paso de largo por un cine porno, que segun cuentan las revistas, es un cine porno para gays.
Un escaparate rosa anunca a Erotika, tienda Sex Shop, con dos monos parados a un costado de una entrada tan pequeña que apenas quepo a lo ancho. Sigo derecho. Me rindo. Luego doy la vuelta y entro por el costado que no esta flanqueado por los dos tipos repartiendo volantes. Adentro, alguien con pinta de guarro guarura esta saliendo: pienso que me va a revisar. Disgresion: En mis aventuras a Meave, continuamente veo a estos guaruras parados afuera de las mencionadas tienditas. Siempre pienso que te revisan al entrar, elevando lo mentalmente intrusivo, a lo fisicamente molesto. Brr. Pero sigue derecho, ni una mirada. Al final del pasillo, unas escaleras me conducen al segundo piso. Paredes casi sin decoracion, pintadas de un rosa carcomido me desconciertan: Llego a un plano donde se ven dos entradas y la salida a otra escalera. Esa entrada sí parece custodiada por un guarro parado a su entrada. Me quedo parado cerca de un minuto, tratando de controlar el temblor nervioso, la desubicacion y las ganas de salir corriendo. Giro mi cabeza a todos lados, hasta topar con un letrero sobre la entrada más lejana, con letras neon rosas brillando: Tienda.
Entro.
Llego lateralmente a otro pasillo, lleno de revistas, condones, y ... supongo... separadores de libros falicos. En el extremo izquierdo dos mujeres atienden un mostrados. Oh mierda. Disgresion: Si una mujer te ve haciendo algo relativamente relacionado con el sexo, eres un marrano degenerado: Y aqui estoy yo, nenas, el super mega papucho pervertido. Rapidamente, me dirigo al extremo derecho, donde una puerta conduce a otro pasillo, y a mitad del pasillo, otra seccion de la tienda. Aparte de contener mi miedo, me tengo que orientar, bravo. Entro a la seccion de enmedio, que tiene jugeutes sexuales, vibradores, muñecas y muñecos inflables, pero no veo mi objetivo. En medio de la seccion, un aparador, atendido por una señora de facil 40 años, atendiendo a un señor un poco mas grande. Rodeo el aparador, recorro rapidamente todo con la vista y me decido a largarme de ahi: de alguna manera me contengo, pero empiezo a sudar profusamente y el temblor de mis manos ya es medio obvio. Supongo que mi voz me temblara igual. Si alguien me habla, o salgo corriendo o me pongo a llorar.
Las otras dos secciones estan relativamente vacias, peliculas porno de diversa indole, paso sin ver. Sigo rodeando, paso por una seccion de renta e intercambio de peliculas y regreso al mostrador con las dos mujeres atendiendo. Genial. Regresa en sentido contrario, o las nenas llaman a la instituto contra degenerados mentales que no hacen contacto visual con nadie.Me detengo un minuto en los juguetes sadomasoquistas, buscando en vano algo parecido a unas esposas. No veo nada que me guste: Hay antifaces, tiras de cuero que asemejan ropa interior y algo parecido a latigos, aunque no se ve que lastimen mucho.
Regreso por fin a la seccion de jugeutes sexuales. Un poco mas tranquilo, decidido a revisar visualmente cada cosa hasta encontrar mi objetivo. La señora esta arreglando mercancia, y se voltea hacia mi :
-¿Le puedo ayudar?, ¿se le ofrece algo?, pregunteme.
Bajo la cabeza, cero contacto visual, o salgo corriendo, o me pongo a llorar, maldito degenerado. Las palabras se forman en mi boca: Eh no, estoy viendo. De alguna manera, lo impido:
- De hecho, si.. estoy buscando... un... eh.
Me quedo pensando 30 segundos.
-Un... eh. Un aparato que se pone alrededor del pene... que tiene.. um..unas bolitas que estimulan... eh...
-Ah, claro.. si, por aqui tengo de esos.
Procede a mostrarme lo que supongo que son extensiones peniles, cada uno con diversos apendices ( ¿o apendices extras? ) , pero la interrumpo, no es lo que quiero...
-Busco algo mas como.. un anillo...
Contenta, me muestra en otro aparador unos anillitos transparentes, que se ve que te aprietan hasta estrujarte el alma. Yo me esperaba que tuvieran unas bolitas mas marcadas, pero cada anillo solo tiene unas cuantas y no muy profusas: Me esperaba algo mas brutal.
-Me esperaba algo mas... ¿marcado...?
No debi haberlo dicho. Mi pequeño descenso en la locura: No tengo idea de que estoy hablando, en retrospectiva, debi haber investigado antes, pero si lo hacia, nunca me iba a animar a venir. la señora se dirige a los anaqueles y trae una cajita , de la cual saca un pequeño monstrue de hule azul: Lo primero que noto es un tubo cuyo ancho rodeado de piquitos, el cual, me temo, no lleno. De la parte superirior asoman 3 apendices: La señora me muestra que en uno de ellos se inserta un peqeño vibrador que estremece todo el aparato. Demasiado brutal para un principiante.
Supongo que se rinde y me indica que en el anaquel hay cosas similares. Sudando, me acerco a buscar algo mas a mi gusto: por mi vista se pasean pequeños toritos (!), alacranes (!) y aparatos que "Estimulan a la pareja al mismo tiempo". Pro fin, encuentro un pequeño anilo con un solo apendice pequeño, donde insertar un sutil vibrador. Tras otra vuelta lo tomo, pido tambien los anillos transparentes y pido la cuenta.
Termino pagando, con tarjeta, en el aparador donde habia dos mujeres. Ahora tienen mi nombre y tarjeta de credito por si necesitan algo, como un pervertido. El monto se acerca peligrosamente a los 400 pesos, y ya sin temblar, con mi pequeña bolsita negra de perversiones, termino por salir. En la puerta de salida, un pequeño letrero se despide: "No olvide visitar nuestras cabinas".
Tengo tanto que aprender...
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