Y acaba La Semana Del Mal. Si no me atropellan saliendo del trabajo, si no cierran la carrretera Puebla -Mexico (Como las noticias amenazan), si un analista no manda a golpearme, si me pagan y si no me asaltan en Meave, puede que el dia transcurra tranquilo. En recuento, aparte de el descubrimiento de mi amoroso vecino, no dormi muy bien el miercoles, por temor a que mi vecino entrara a matarme. Luego el jueves me desperte a las 3:50 AM gracias a la broma de un compañero de trabajo que reprogramo mi celular, y me pelee con un Analista que piensa que, pase lo que pase, tu estas mal y el esta bien. Y si resulta lo contrario, el esta bien, y fuiste tu quien no le entendio. En fin, no vale la pena enojarme: ayer es el primer dia del año donde estuve a punto de perder el control y soltarme a gritos acerca de su inmediata, increible y necia estupidez.
Y bueno. Si esta fue la semana Del Mal (lo empiezo a dudar por que la del año pasado fue
muchísimo peor), no estuvo tan mal. Pero todavia no termina. Puede que no haya abusado tanto de mi suerte, o puede haya abusado mucho y La Semana Del Mal se presento antes. Quien sabe,
estoy agotado.
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