Todo mundo tiene una semana de mala racha, la semana donde la vida te cobra todos esos pequeños favores que le has pedido. Querias que el metro pasara semi vacio, ahí esta. Querias que un juego para psp estuviera disponible y barato, ahí lo tienes. Querias que te pagaran en viernes en lugar del proximo lunes, ¡sorpresa! ¡checa tu cuenta!
Y cositas mas o menos importantes, como no tener hijos (en este momento) o que la quincena te alcanze despues de un par de malos gastos, o que tu psOne siga sirviendo despues de un pequeño azotón.
Despues de eso, la vida te las cobra. En mi caso, parece escoger una semana en particular para exprimirme un poco de frustración. Querias levantarte temprano, ups, tu despertador se descompuso.
Llegas tarde, encuentras un desmadre en tu trabajo. Cositas pequeñas, como que el ventilador de tu tia se deshaga en tus manos en varios pedacitos no uniformes, cuando intentes cargarlo, o que te carges el reloj cucu de la misma tia al tratar de saltar una bardita.
El año pasado, recuerdo que hubo un momento del jueves y el viernes donde me negue completamente a levantarme: Parte de mi tesis se perdio, algunas cosas dejaron de funcionar, mi novia se enojo conmigo y me quede sin un quinto, y apenas iba yo en el lunes. Pasaron mas cosas: Se me poncho la llanta, se me olvidaron las llaves.
El problema con este año, es que estoy trabajando, y no se como vaya a afectar eso a mi trabajo. Tengo miedo, por que estoy viendo las señales: Me quede dormido y llegue de churro al camion, me toco entre un gordo que ocupaba asiento y medio, y el radiador del camion (el viaje mas caluroso que he hecho hasta la fecha).
La semana se acerca, si no es que ya ha empezado.
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